Diseño UX: Problema - fondo azul con nubes, megáfono rojo y blanco, y cohete azul y blanco

Uno de los errores más comunes en el diseño de productos digitales es comenzar directamente con las pantallas, sin tener claridad sobre el problema que se intenta resolver. Esto puede llevar a soluciones atractivas pero poco útiles, que no conectan ni con las necesidades del usuario ni con los objetivos del negocio. Antes de dibujar la primera línea en un wireframe, es fundamental detenerse a entender bien el contexto, formular el problema con claridad y alinear expectativas. Este artículo explora cómo abordar esa etapa inicial del diseño UX de forma estructurada y colaborativa.

Comenzar con un brief de producto

El brief de producto es un resumen que recoge la información básica necesaria para arrancar un proyecto. No tiene que ser un documento extenso, pero sí debe dejar claros ciertos puntos: qué se quiere construir, para quién se está haciendo, qué problema se intenta resolver y cuáles son las condiciones en las que se desarrollará el proyecto (tiempo, recursos, restricciones técnicas, etc.).

Este documento no solo orienta al equipo de diseño, sino que también sirve para alinear a todas las partes interesadas. Un brief claro evita malentendidos futuros y permite tomar decisiones más coherentes durante el proceso de diseño.

Diferenciar objetivos del negocio y del usuario

Otro paso clave es distinguir entre lo que quiere lograr la organización y lo que necesitan realmente las personas que usarán el producto. Aunque pueden coincidir en algunos puntos, no siempre están alineados desde el principio. El trabajo del equipo UX es encontrar un punto medio en el que ambas partes se beneficien.

Por ejemplo, una empresa puede querer aumentar el número de usuarios registrados en su plataforma, mientras que los usuarios quieren registrarse sin complicaciones ni pasos innecesarios. El diseño deberá responder a ambas necesidades: lograr que más personas se registren, pero también facilitarles ese proceso.

Reconocer estas diferencias desde el inicio permite tomar decisiones más conscientes y diseñar experiencias más equilibradas.

Identificar los supuestos iniciales

Todo proyecto parte de ideas previas, muchas veces no comprobadas. Se asume, por ejemplo, que los usuarios saben cómo navegar una app, que ciertos botones son intuitivos o que un tipo de lenguaje es comprensible para todos. Estos supuestos pueden ser útiles como punto de partida, pero es importante no tomarlos como verdades absolutas.

Al hacer explícitos estos supuestos, el equipo puede organizarlos, priorizarlos y buscar maneras de validarlos más adelante. Esta práctica ayuda a reducir riesgos y evita diseñar basados únicamente en intuiciones.

Una forma sencilla de hacerlo es anotar frases que empiecen con “suponemos que…” y luego definir cómo podrían comprobarse con investigación o pruebas de usuario.

Herramientas para definir bien el problema

Existen herramientas colaborativas que ayudan a estructurar toda esta información de forma visual y comprensible. Una de ellas es el Lean UX Canvas, una plantilla desarrollada por Jeff Gothelf que permite capturar en una sola vista el problema del usuario, los objetivos del negocio, las posibles soluciones, los supuestos y las métricas clave. Es especialmente útil cuando se trabaja en entornos ágiles o cuando hay que alinear a varios equipos rápidamente.

Learn Ux Canvas 01

Otra técnica complementaria es la formulación de hipótesis de diseño. En lugar de partir de certezas, se propone una afirmación que se pueda poner a prueba:

“Creemos que [tipo de usuario] necesita [funcionalidad] porque [razón], lo cual le permitirá [objetivo].”

Esta estructura obliga a pensar en quién es el usuario, qué se le está ofreciendo y por qué eso debería ser útil para él. Luego, esas hipótesis pueden validarse o ajustarse según los resultados de las investigaciones o de las pruebas con prototipos.

Conclusión

Antes de pensar en soluciones, hay que dedicar tiempo a comprender bien el problema. Esa comprensión no solo debe venir del equipo de diseño, sino del trabajo conjunto con otras áreas: producto, tecnología, negocio y, sobre todo, con usuarios reales. Documentar lo que se sabe, lo que se supone y lo que se quiere lograr es un paso esencial para diseñar experiencias que realmente funcionen. No se trata de un trámite previo al diseño, sino de la base sobre la que se construye todo lo demás.

Lorena Barrera

Lorena Barrera

Programadora frontend Junior con experiencia en HTML, CSS, JavaScript y React. Combino el desarrollo web con mi pasión por la redacción, creando contenido. En constante aprendizaje, con habilidades en metodologías ágiles y UX/UI.

Contáctame en LinkedInLinkedIn

Code In Progress with ❤️ by Juan Pablo Amador