Ilustración de cuaderno y laptop con texto 'UX Research' para principiantes

Cuando se diseña un producto o servicio, es fácil caer en suposiciones: lo que uno cree que la gente necesita, cómo piensa que lo usarán, qué considera importante. La investigación UX (experiencia de usuario) nos ayuda a salir de ese terreno especulativo y tomar decisiones basadas en la realidad de las personas. Pero si nunca la has hecho, puede parecer confusa.

Este artículo te guía paso a paso por el flujo básico de una investigación UX, explicando qué hacer en cada etapa, con qué técnicas y para qué sirven. Está pensado para quienes están comenzando o necesitan claridad para organizar su proceso

Paso 1: Definir el objetivo de la investigación

Antes de hablar con usuarios o usar herramientas, es importante tener claro qué necesitas averiguar.

Pregúntate:

  • ¿Qué parte del producto queremos mejorar?

  • ¿Qué decisiones necesitamos tomar?

  • ¿Qué no sabemos todavía?

Un buen objetivo puede ser, por ejemplo: “Entender por qué los usuarios abandonan el proceso de registro” o “Explorar cómo los operarios usan la app en campo”.

Este objetivo te ayudará a decidir a quién entrevistar, qué preguntar y qué observar.

Paso 2: Identificar a los stakeholders (partes interesadas)

Antes de salir a investigar con usuarios, conviene hablar primero con las personas dentro del equipo o empresa que tienen algún interés o responsabilidad en el proyecto. A esto se le llama investigar con stakeholders (o partes interesadas).

Los stakeholders pueden ser:

  • Líderes de producto o negocio

  • Equipos técnicos o de diseño

  • Personas de marketing o atención al cliente

¿Para qué sirve esto?

  • Para entender las metas del proyecto

  • Para conocer limitaciones (tiempo, presupuesto, tecnología)

  • Para alinear expectativas

Puedes hacer pequeñas entrevistas de 20–30 minutos para entender sus puntos de vista. Esto te ayuda a que la investigación UX no quede desconectada del proyecto real.

Paso 3: Elegir a las personas adecuadas para investigar

Con el objetivo claro, debes definir a quiénes vas a investigar: es decir, usuarios actuales o potenciales del producto.

Hazte preguntas como:

  • ¿Quiénes usan (o usarán) este producto?

  • ¿Qué perfiles distintos hay (edad, rol, experiencia, contexto)?

Elige una muestra diversa, pero siempre relacionada con el uso real. No se trata de buscar “opiniones generales”, sino experiencias concretas.

Paso 4: Elegir métodos de investigación

Aquí es donde entra el “cómo”. Según tu objetivo, puedes usar distintas técnicas. Algunas de las más comunes y útiles para principiantes son:

1. Entrevista semiestructurada

Consiste en conversar con el usuario siguiendo una guía flexible de temas, permitiendo que hable libremente.

Sirve para:

  • Conocer motivaciones, frustraciones, hábitos y necesidades

  • Descubrir cómo usan (o evitarían usar) un producto

2. Shadowing (observación en contexto)

Consiste en acompañar al usuario mientras hace una tarea real, observando cómo interactúa con un sistema o producto en su entorno.

Sirve para:

  • Ver lo que el usuario no dice

  • Detectar obstáculos prácticos o rutinas no previstas

3. Encuestas

Son útiles cuando quieres confirmar patrones en una muestra más amplia.

Sirven para:

  • Validar lo que viste en entrevistas

  • Obtener datos cuantitativos (por ejemplo, cuántos usuarios usan una función o enfrentan un problema)

No hace falta usar todas las técnicas a la vez. Elige las que te ayuden a responder tu objetivo.

Paso 5: Analizar lo que encontraste

Después de las entrevistas, observaciones o encuestas, tendrás muchos datos: citas, notas, situaciones. Ahora necesitas ordenarlos para sacar conclusiones útiles.

Una herramienta muy práctica es el affinity map (o mapa de afinidad). Aquí te explico cómo usarlo:

  1. Escribe cada hallazgo o frase importante en una tarjeta o nota.

  2. Agrupa las tarjetas que hablen de temas similares (por ejemplo: frustraciones, motivaciones, confusiones).

  3. Nombra los grupos con ideas clave.

Esto te permitirá encontrar patrones y generar insights.

 ¿Qué es un insight?

Un insight es un hallazgo significativo que explica algo importante sobre la experiencia del usuario. No es solo una frase o un dato, sino una conclusión que te ayuda a diseñar mejor.

Ejemplos:

  • “Los usuarios temen registrarse porque creen que perderán el control de sus datos.”

  • “La mayoría confía más en pedir ayuda a un compañero que en consultar el manual.”

Los insights deben ser claros, accionables y relacionados con el objetivo de investigación.

Paso 6: Compartir y usar los hallazgos

Finalmente, los hallazgos no deben quedarse solo en tu cabeza o en una libreta. Compártelos con tu equipo o cliente de forma clara y visual. Puedes usar:

  • Historias de usuario o perfiles

  • Mapa de afinidad con conclusiones

  • Listado de insights con recomendaciones

  • Diagramas de flujo o mapas de experiencia

El valor de la investigación no está solo en los datos que recoges, sino en cómo los conviertes en decisiones informadas.

 En resumen: el flujo completo

  1. Define el objetivo: ¿Qué necesitas saber?

  2. Habla con stakeholders: ¿Qué quiere el equipo?

  3. Elige a tus usuarios: ¿A quién investigarás?

  4. Aplica métodos: entrevista, observación, encuesta

  5. Organiza la información: affinity map

  6. Extrae insights: aprendizajes útiles

  7. Comparte y actúa: convierte lo aprendido en decisiones

Hacer investigación UX no requiere grandes herramientas ni recursos, pero sí atención, empatía y estructura. Seguir este flujo te permitirá entender mejor a las personas y tomar decisiones de diseño más conscientes y conectadas con la realidad.

Lorena Barrera

Lorena Barrera

Programadora frontend Junior con experiencia en HTML, CSS, JavaScript y React. Combino el desarrollo web con mi pasión por la redacción, creando contenido. En constante aprendizaje, con habilidades en metodologías ágiles y UX/UI.

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